¿Qué es eso de un MBA? ¿Y por qué en el IE?
¡Hola de nuevo! Efectivamente, estas preguntas que formulo, y otras muchas más, son las que todo candidato a MBA en IE Business School se ha hecho en algún momento… Y por supuesto, son las mismas preguntas que vamos a estar escuchando a lo largo de este año largo (en ocasiones, larguísimo ;)), por parte de nuestros círculos de amigos, familiares… y, por qué no, de todo aquel conocido indiscreto que se entera de dónde te has metido.
Quiero hacer un master, pero… ¿Un MBA?
Llega un punto de nuestra carrera en que algunos sentimos el impulso de seguir estudiando. Sí, es algo que a la mayoría no se nos pasaba por la cabeza cuando estábamos terminando el Proyecto Fin de Carrera, o sufriendo nuestros últimos exámenes. Sin embargo, empiezas a trabajar, sigues aprendiendo tanto o más que en la época universitaria, pero… llega un momento en el que sientes que necesitas algo más, que la experiencia sola no es suficiente. Ese es el momento en el que comienzas a evaluar las posibilidades de formación de postgraduado, cursos, masters, etc.
En el caso de algunas carreras, parece que un MBA es la evolución natural, un paso más en la carrera profesional. Pero esto no siempre es así, aquellos que venimos de carreras técnicas (arquitectos, ingenieros, médicos…) no estamos habituados a concebir el MBA como algo natural en nuestro proceso de formación. Hablando desde mi propia experiencia, aquellos que hemos tenido un perfil principalmente técnico solemos ser los que más dudamos a la hora de tomar la decisión. Más aún, habiendo cursado con anterioridad un master en Electrónica Industrial, puramente técnico, creo que llegué a perder la cuenta de las veces que mis compañeros de trabajo, colegas de universidad y amigos me preguntaban -¿Pero tú para qué vas a hacer un MBA?¿Eso no es para economistas?
No sería sincero si no confesara que, durante el proceso de admisión, que es bastante completo y laborioso, no dudé en varias ocasiones de mi motivación para cursar el MBA, de si yo era un candidato adecuado, si el MBA se ajustaba a mi perfil/necesidades… En fin, un montón de dudas!! Pero finalmente, hasta aquellos que hemos sido puramente técnicos, ratas de laboratorio que nos sentíamos cómodos con un soldador y un osciloscopio, sentimos la inquietud de seguir progresando, de tomar responsabilidades y de, por qué no, correr riesgos profesionales. Bien sea para dirigir un grupo de trabajo, bien para ser Director General en una multinacional, necesitamos formarnos. Hay un sinfín de vacíos en nuestra formación, que a base de experiencia exclusivamente nos costaría muchísimo tiempo cubrir. Y ahí es donde entra en juego el MBA, aportando unas bases de conocimiento que, esperemos, sirvan para cimentar una carrera como gestor.
Ya sé que quiero hacer un MBA. Ahora, ¿dónde lo hago?
Una vez que has tomado La Decisión, descubres que aún te quedan otro buen número de decisiones. Para empezar ¿dónde voy a hacer mi MBA? La oferta es muy amplia, un montón de escuelas de negocio y universidades están ofreciendo este tipo de master. Desde el boom de los MBA hace ya algunos años, la oferta ha crecido exponencialmente. Y peor aún ¿cómo se si un MBA es mejor que otro? En ocasiones, las diferencias de precio son abismales y, está claro, ése es un factor muy a tener en cuenta, y más en los tiempos que corren…
Está claro que no existe una receta universal que nos permita acertar y, aún estando satisfechos, la oferta es tal que no podemos saber si existía una opción mejor. No queda, por tanto, más remedio que informarse exhaustivamente. Quizás alguno de mis compañeros me desmienta, pero creo que casi todos nos informamos en más de una escuela de negocios, consultamos infinidad de rankings de internet (en ocasiones contradictorios entre sí), leímos artículos en períodicos, blogs, webs especializadas… En mi caso, al final, lo más importante fue tener acceso a antiguos alumnos de más de una escuela de negocios, y a profesionales que ejercen como directivos. Ellos me pudieron aconsejar, tanto a través de las experiencias personales como alumnos de un MBA, como desde el punto de vista de profesionales experimentados que comparten su visión sobre el prestigio de las escuelas y sus ex-alumnos.
Al final, una mezcla de factores, como el espíritu emprendedor de la escuela (más adelante hablaremos de la iniciativa Venture Lab, un semillero de empresas), la localización privilegiada en el centro de Madrid (es difícil encontrar edificios en el eje de María de Molina que no pertenezcan a IE Business School) e impresiones de amigos y mentores, me decidieron a escoger IE Business School como el lugar idóneo para cursar mi MBA. A día de hoy, no me arrepiento lo más mínimo de mi decisión. Por supuesto, una gran parte de la experiencia viene dada por la cuidada elección que la escuela realiza de sus alumnos. He de decir que, con el estupendo grupo de compañeros de clase que tengo, no podría estar más contento… Dios me libre de decir otra cosa, y que luego lo leáis, ¿eh? ;). En serio, somos un variopinto grupo de gente con trasfondos y experiencias muy diferentes, pero que no hacen sino enriquecer día tras día mi experiencia, aportando puntos de vista que nunca hubiera imaginado.
¿Cómo funciona todo esto?¿Qué tiene de distinto un MBA?
Pues, la verdad, es que un MBA resulta algo bastante diferente a la habitual experiencia universitaria en España. Acostumbrados a seguir un programa basado en clases magistrales, seguidas de trabajo individual en casa, resulta chocante acostumbrarse a un esquema radicalmente opuesto.
El MBA en IE Business School sigue un estilo de enseñanza más anglosajón, basado en el método del caso. Aquí, el trabajo individual precede a las clases,y más vale llevar los «deberes» hechos, si queremos aprovechar las clases. Las sesiones se suelen organizar a modo de debate en torno a un caso concreto, en el que los profesores actúan como moderadores y conductores del mismo, ayudando a asimilar conceptos, y potenciando el aprendizaje a partir de las conclusiones extraídas por el grupo. Aquí es donde realmente se aprecia el valor de la diversidad en las clases, y del excelente profesorado.
Por otra parte, el trabajo individual es sólo una parte (de hecho, comparativamente pequeña) de la carga de trabajo. La mayor parte del trabajo, y gran cantidad de entregas, se realizan en grupo. A lo largo del Global MBA, que está dividido en tres períodos, perteneceré a tres grupos diferentes y, aunque ahora, próximos a finalizar el primer período, sentimos cierta pena por separarnos de nuestros primeros compañeros (después de pasar tanto tiempo juntos, más bien, amigos/casi-familia), tener la oportunidad de compartir la experiencia con más gente resulta estupendo. Estoy seguro de que aquí estamos forjando amistades para toda la vida, y eso es un verdadero valor añadido al puramente académico del MBA.
En resumen: mucho trabajo, mucha intensidad, y muy buen ambiente… la elección estaba clara!!
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