Hola a todos. Se que este blog ha estado muy parado en los últimos tiempos, pero ha sido por un buen motivo. Tras finalizar mi MBA en IE Business, estuve planteándome mi futuro y haciendo un montón de entrevistas de trabajo. Así pues, esta entrada tratara sobre el proceso de búsqueda de trabajo tras finalizar un MBA. ¿Pensabais que era terminar tu Máster y que las ofertas para CEO de una multinacional llovieran del cielo? Porque si es así… ¡a mí me han engañado!).
¿Cuáles son las opciones disponibles? ¿Qué deberíamos tener en cuenta para buscar trabajo? ¿No está todo hecho, tras terminar un MBA en una escuela TOP? No es que yo tenga, ni mucho menos, las respuestas… Pero, si te quedas conmigo, después del salto, podemos intentar averiguarlo juntos 🙂
Los que estáis más cercanos a mí, sabréis que llevo ya unos tres años viviendo en Alemania. Venirme a vivir y trabajar en el extranjero ha sido una decisión difícil y a la que llevaba bastante tiempo dándole vueltas. Por supuesto, una que no podía tomar en solitario, sino de manera conjunta con mi mujer 🙂 Durante este tiempo, hemos estado bastante ocupados, tanto a nivel profesional como personal (¡¡¡ahora somos uno más!!!). Esto me ha mantenido apartado del blog. En cualquier caso, el objetivo de esta entrada es comentar el proceso de toma de decisiones después de terminar el MBA: que alternativas había, como tome yo mi decisión, y una valoración de la experiencia.
Encontrar trabajo tras el MBA es fácil, ¿o no?
¿Así que has terminado un MBA? Se supone que ahora todo es fácil y las empresas se pelean por ti, ¿verdad? Bueno, lamento ser yo quien te dé un bofetón de realidad esta vez… pero la cruda realidad es bien distinta.
¿Recordáis cuando estábamos en el colegio oíamos historias del estilo de «Estudia tal o cual carrera, se pelearán por vosotros y las empresas irán a buscaros a la universidad en los últimos años»? Bueno, quizás no fuera vuestro caso, pero yo sí que lo oí unas cuantas veces. Es mentira. Tal cual. Bueno, quizás existan unos cuantos genios por ahí sueltos para quienes sea verdad, no lo sé. Pero la mayoría de graduados de un MBA se enfrentan a una realidad bien distinta. El mercado está bastante saturado de ingenieros/economistas/abogados con un máster. Quizás por eso sea especialmente importante escoger en que escuela quieres cursar tu MBA. Yo me decidí por IE Business, y puedes encontrar mis motivos en esta entrada.
Entonces, ¿de qué sirve el MBA?
No te tires de los pelos aun, porque no has malgastado una elevada cantidad de dinero. El MBA tiene su valor, y además te proporciona una serie de herramientas de las que antes no disponías…
Quien tiene un amigo, tiene un tesoro (y, quizás un trabajo)
No se trata solo de la escuela, se trata de quienes serán tus compañeros. Eso es lo más importante que te llevaras del máster, en mi opinión. Se pasa por muchas experiencias juntos, buenas y malas, y eso forja amistades que van más allá de la duración de un máster. Encontraras que tu círculo de confianza habitual ha cambiado y, cuando te dispongas a buscar un nuevo trabajo con tu flamante nuevo título bajo el brazo, estarás discutiendo los detalles de ofertas, posibles vacantes y demás con tus colegas de clase. Quién sabe, ¡¡es posible que incluso alguno de tus compañeros de fatigas te abra las puertas a tu trabajo soñado!!
Si quieres averiguar un poco más sobre esto, siéntete libre de echar un vistazo a esta entrada que publiqué hace tiempo sobre el networking.
Eres exalumno para siempre
Aunque suene a sentencia, esto significa que, como exalumno, disfrutaras de acceso a una serie de herramientas muy útiles. Además de tu nueva lista de contactos, dispones de orientadores profesionales, bolsa de empleo, grupos de exalumnos donde se publican algunas ofertas que nunca llegan a los portales habituales…
Tú ya no eres el que solías ser
El máster transforma. Es un tópico, lo sé, pero también es bastante cierto. No es que ahora tengas superpoderes de directivo, pero sí que notarás que tu confianza en ciertos aspectos se ha incrementado. Es como condensar cinco años de experiencia en uno. A la hora de buscar trabajo, y en las entrevistas, notarás que los demás te ven de otra manera, y tu deberías hacerlo también.
No te obsesiones
Existen infinitud de estudios sobre lo que representa tu máster. Que puesto de trabajo tendrás al acabar. Cuanto deberías estar ganando a los tres años… Pasa de ellos. Céntrate en tus objetivos profesionales. Traza un plan para llegar a tu trabajo ideal, e intenta no desviarte. A veces, parecerá que das un paso atrás, pero no pierdas de vista tu objetivo. Si tomas tus decisiones pensando en ello, antes o después, llegara. Con esto no quiero decir que debas aceptar cualquier trabajo, está claro que tus expectativas habrán cambiado. Por esto, mi consejo es que, unos meses después de terminar el máster, te sientes un rato a pensar. Decide que rumbo quieres llevar, y si eso supone un cambio respecto a tu experiencia pasada. Los cambios de carrera requieren algo más de esfuerzo, pero no es imposible.
No te descartes
En ocasiones, somos nuestros mayores críticos. No te autodescartes de ningún proceso, deja que sean los técnicos quienes lo hagan. No pierdes nada. Eso sí, si te postulas para muchos trabajos, es conveniente llevar una lista.
Considera otras salidas de trabajo
No te cierres en banda. Piensa en oportunidades que no te habías planteado. En mi caso, la situación en España era un obstáculo. Con la crisis, y la desaparición de empresas, había poca oferta y mucha demanda. Profesionales con más experiencia competían por puestos peor remunerados, así que decidí mirar fuera. Mirando tres años atrás, considero que fue la decisión correcta. Desde luego, no es fácil tomar la decisión de dejar atrás todo lo conocido (quizás deba dedicarle otra entrada a este tema), pero me abrió una serie de posibilidades que quizás nunca hubieran llegado de otro modo.
Aprovecha las tecnologías
Lleva tu networking a las redes. Hoy en día todos los headhunters utilizan estas herramientas a diario. Redes sociales como LinkedIn o XING (curiosamente, predominante en Alemania). Portales de empleo, grupos de interés, incluso blogs personales… como ves, hay mucho trabajo por hacer. Procura mantener tus perfiles abiertos y actualizados. Selecciona el contenido que compartes, para ayudar a crear la mejor imagen de tu yo profesional.
Trabaja tu imagen
Piensa en que imagen quieres dar. Trasládala a tu CV, a tus redes, a tu día a día. Entiende que tu curriculum es una herramienta más en la búsqueda de trabajo. Mi consejo personal, habiendo estado en ambos lados de una entrevista, es que huyas del CV aséptico y las listas de bullet-points. Puedes utilizar la lista como un boceto de lo que quieres resaltar de tu experiencia, pero causa mejor impresión si lo redactas.
Prepara una carta de presentación, en la que remarques tus aspiraciones y los motivos que te hacen apto. Aunque sé que es tedioso, es bastante importante. Debes demostrar a tu futura nueva empresa que te tomas en serio ese puesto de trabajo. Intenta evitar los modelos prefabricados de carta de presentación. Está bien que utilices una plantilla como base, pero no olvides personalizarla. Dale tu toque, tomate tiempo en investigar la empresa a la que la vas a mandar. Identifica cuales son las habilidades clave que buscan para ese puesto, y explica como tu combinación de experiencia académica y profesional te ha permitido adquirirlas.
Bueno, ya me he extendido demasiado para esta entrada. Si tienes alguna pregunta, o quieres charlar más sobre algún punto, no de dejes de utilizar la zona de comentarios debajo. Valoro mucho tu opinión, para hacer este blog un poquito mejor 🙂
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Por fin un artículo con tips interesantes. ¡Gracias por tu entrada!